viernes, 3 de mayo de 2013

B612, el asteroide del que vino el principito


Tengo serias razones para creer que el planeta de donde venía el principito es el asteroide B 612. Ese asteroide no fue visto más que una vez con telescopio, en 1909, por un astrónomo turco.

Había hecho entonces una gran demostración de su descubrimiento en un Congreso Internacional de Astronomía. Pero nadie le había creído a causa de su vestimenta. Los adultos son así.

Afortunadamente para la reputación del asteroide B 612, un dictador turco impuso a su pueblo, bajo pena de muerte, vestirse a la europea. El astrónomo repitió su demostración en 1920, con un traje muy elegante. Y esta vez todo el mundo estuvo de acuerdo con él.

Si les he contado estos detalles sobre el asteroide B 612 y si les revelé su número, es a causa de los adultos. A los adultos les gustan los números. Cuando uno les habla de un nuevo amigo, nunca preguntan sobre lo esencial. Nunca te dicen: "Cómo es el sonido de su voz ? Cuáles son los juegos que prefiere ? Colecciona mariposas ?" Te preguntan: "Qué edad tiene ? Cuántos hermanos tiene ? Cuánto pesa ? Cuánto gana su padre ?" Sólo entonces creen conocerlo. Si uno dice a los adultos: "Vi una bella casa de ladrillos rosas, con geranios en las ventanas y palomas en el techo..." no logran imaginársela. Hay que decirles: "Vi una casa de cien mil francos." Entonces exclaman: "Qué lindo !"

Así, si uno les dice: "La prueba de que el principito existió es que era encantador, que reía y que quería un cordero. Cuando se quiere un cordero, es prueba de que se existe", alzarán los hombros y te tratarán como a un niño ! Pero si uno les dice: "El planeta del que venía es el asteroide B 612", entonces quedarán convencidos y no molestarán más con sus preguntas. Son así, no hay que disgustarse con ellos. Los niños deben ser muy indulgentes con los adultos.